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Entrada la mañana iluminada,
de un 7 de noviembre del siglo veinte,
Lisy Sorbel dió luz a su primer vástago, Jim.
Dormía en brazos de su dolorida madre,
símil a un principito de cuentos de hadas,
cabellera dorada,
ojitos tonalidad cielo,
contrarrestaban
su destino sombrío.
Sobrevivir su sordera,
ceguera,
paralisis cerebral
y mudez.
Pasaron los años
Lisy dedicada a pleno
a su adorado hijo. Olvidó existir,
desidiosa
y sin la dicha
de una sonrisa,
abrazo
y un Madre te adoro!
© Kellypocharaquel.