*
Percal amarillento
cubría la lana
arrollada
devastada
por la existencia.
Funda rasada,
puntillas desteñidas
semejantes
a duras penas
de su dueña.
Cómplice
de vida,
muerte
y de sentimientos
hechos añicos.
Enterrada en un viejo
ropero de pino
con sus
secretos de almohada
a nunca develar.
© Kellypocharaquel.-