*
Soleada la playa,
el murmullo de los niños
aturdía la tarde de Primavera.
Yacíamos sobre los medanos,
invierno en nuestras miradas
y verano virulento en la sangre.
Despertamos ambos deseos,
nos sumergimos al fresco oleaje,
lágrimas caían.
Y
nuestros ojos cielo y tierra
sellados por el frenesí.
Irrumpió la caída del sol
tomamos las mochilas de yute
y lanzamos a la deriva
las de nuestras almas.
Tarde de Primavera
y
triunfo del amor pasión.
© Kellypocharaquel.
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